martes, 3 de octubre de 2017

Castillo Mont Saint Michel, un mágico lugar rodeado por el mar



La  fama de este lugar es tanta, que para visitarlo los turistas llegan de todos los rincones del mundo. Así que para muchos, es un sitio de visita obligada en Francia.

La ola de turístas que en verano se agolpa en el sitio, hace que a menudo la gente renuncie a subir hasta la abadia que es el origen de la fundación de Mont Saint Michel. Pese a ello, tal vez porque al monasterio se accede solamente al final de una subida que serpentea por todo el pueblo para luego seguir al pie de las fortificaciones, tal vez porque justamente aquí se expresan en toda su potencia las proezas arquitectónicas que confieren originalidad  al Castillo de Mont Saint Michel.



La bahía de Mont Saint-Michel es una isla visualmente llamativa situada en la costa de Baja Normandía en la desembocadura del río Couesnon en Francia. 

El monte brota de un desierto de arena y agua. Las playas son barridas por el movimiento diario de las mareas. Por  esta razón la bahía de Mont Saint Michel es un lugar excepcional y de sorprendentes fenómenos naturales.


Sin lugar a dudas el fenómeno más extraordinario es la amplitud de las mareas. Si bien  casi todos los mares están sujetos a una cierta oscilación, que hace variar el nivel de las aguas de algunos centímetros o incluso de algunos metros, no existe otro lugar en el mundo, salvo en la bahía de Fundy, en Canadá, donde la oscilación del mar sea más fuerte que en Mont Saint michel.
En la bahía la marea puede alcanzar hasta los 15 metros de altura.

Otra maravilla que se puede apreciar en la Bahía de Mont saint michel es el fenómeno astronómico conocido con el término de "sicigia". Cuando la luna, el sol y la tierra se encuentran alineados, provocan mareas muy fuertes, llamadas mareas vivas o de sicigia. Este fenómeno se produce, en particular en primavera y otoño. La marea alta rodea entonces Mont Saint Michel aproximadamente durante 8 horas.


Toda la ciudad se encuentra a lo largo de una única calle que desde la playa hasta el monasterio, trepa de la montaña. Donde podemos ver una serie de callejones, a menudo interrumpidas por empinadas escaleras. 

A lo largo de las calles de Mont Saint Michel es todo un desfile de hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs. Aquí también hay lugares para alojarse en las afueras, pero decidimos quedarnos en Mont Saint Michel y valió la pena. 


VIDEO DE NUESTRA VISITA AL MONT SAINT MICHEL