Una de las atracciones imperdibles de Copenhague es la visita al Castillo de Frederiksborg que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad de Hilerød, ubicado en el norte de Selandia.
Es el castillo renacentista más bello de Dinamarca. Su história se remonta a Frederik II, quien en 1560 construyo el primer castillo y en 1602, su hijo Christian IV inició la construcción del castillo, pero solo pudo ser inaugurado en 1625.
Sufrio una gran catástrofe en 1859 cuando Frederik VII mandó prender la lumbre de una chimenea defectuosa sin piedra de fondo. Al poco tiempo todo el castillo estaba en llamas y como el lago del catillo se habia congelado, fue imposible salvarlo.
El incendio resultó una catástrofe y fue duelo nacional. Posteriormente resucitó como museo de historia naciona, abierto al público desde 1885. En la actualidad es uno de los castillos más visitados de Dinamarca, abierto al público todo el verano.
Aunque fue restaurado en varias oportunidades, hoy este castillo cuenta con importantes atractivos como la Galería de Mármol, que se encuentra en la sala principal y está conformada por estatuas de dioses clásicos; la Iglesia del Castillo, una estructura renacentista que hoy funciona como parroquia del condado Frederiksborg; el Gran Salón o la Cámara de Audiencias, con decorados bañados en oro; y la Fuente de Neptuno, ubicada en el patio exterior y construida a principios del siglo XVII como símbolo del poder danés sobre otros países.
También en el Castillo de Frederiksborg encontramos más de 60 habitaciones llenas de muebles, tapices y pinturas realizadas por los mejores artistas europeos de la época para los monarcas daneses.
Dentro del Castillo de Frederiksborg se encuentra el Museo de Historia Nacional, fundado en 1878 por iniciativa del empresario Carlsbergs.
Actualmente es el palacio más grande de Escandinavia, y simboliza la potencia que tenía la monarquía danesa de aquella época. En el castillo también puede visitarse el Museo de Historia Nacional.
En la actualidad este castillo también posee un gran jardín barroco con una fuente y el monograma de la reina Margrethe II realizado a manera de arriata.
La verdad es que visitar el Castillo de Frederiksborg vale la pena. Está muy cerca de Copenhague y pasear por sus jardines barrocos es todo un deleite y además es gratis!
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