Nuestro último día en la Ruta Romántica lo pasamos en Füssen, visitando los castillos y explorando el espectacular paisaje que los rodea. La razón de éstos fantásticos castillos en Füssen, se debe al Rey Luis II, Conocido como "El Rey Loco", que parecía vivir en un cuento de hadas.
Y realmente ésta región es como un pequeño país de cuento de hadas, lleno de castillos, palacios, montañas y lagos que hacen de éste lugar una experiencia mágica.
El mejor momento ha sido cuando, a lo lejos, hemos visto el Castillo de Neuschwanstein entre las montañas Bavieras, cobijado en el verde de los árboles y el azul del cielo.
Una imagen que se quedó en nuestras retinas para la posteridad.
Decidimos entrar al Castillo, pero antes lo dedicariamos a explorar el camino, ya que teniamos como hora y media para el turno de entrada, así que subimos en un coche de caballos que nos llevo casi hasta la entrada. Aprovechamos para tomar fotos del camino y posteriormente ir al Puente Maria, donde tomamos las mejores fotos y por supuesto las mejores vistas del Castillo de Neuschwanstein. Es increíble como este castillo se mezcla con la naturaleza de una manera tan sutil, todo un espectaculo para contemplar, así sea por poco tiempo, ya que nuestra visita fue en verano donde habia gran cantidad de turistas y todos abarrotados haciendo fila para tan esperado encuentro.
Ya dentro del Castillo nos dan la audioguía en el idioma que elegimos, la visita solo duró 30 minutos y no permiten tomar fotos ni hacer video en el interior. Pero como era de esperarse la belleza del castillo es alucinante.
La verdad es que nos ha impresionado gratamente la Ruta Romántica y valio la pena el recorrido.
Nuestra aventura da comienzo en el valle del río Meno, una región vinícola franconiana, hasta los Alpes, en Baviera. Son casi 410 kilómetros de recorrido, de história, belleza y cultura. Una ruta que enamora.
Dado que la llegada es cómoda gracias a las numerosas autopistas y carreteras. Alemania ofrece un recorrido único por los diversos paisajes, así como una grandiosa riqueza cultural. La Ruta Romántica se puede hacer en coche, en bicicleta o incluso a pie, que también está pensada para los amantes del deporte y los espacios abiertos.
Descubramos el encanto de algunas de las ciudades de nuestra travesía:
Iniciamos la Ruta Romántica en Wurzburgo, la colorida capital de la Franconia, con su impresionante palacio barroco, considerado el más extraordinario de Alemania, que fue diseñado por Balthasar Neumann, el arquitecto de la corte.
Wurzburgo
Rothenburg ob der Tauber, uno de los valles más encantadores de la Ruta Romántica, probablemente la ciudad más visitada de la ruta. Se trata de un entramado medieval digno de una postal: fortificado, con fachadas de colores, callejuelas en forma de pasadizos y viejas cervecerías.
Dinkelsbühl, a un corto trayecto, es otra ciudad medieval de la Ruta Romántica perfectamente conservada, en la cual encontramos la iglesia gótica y la hilera de casas con frontón adyacentes en la Plaza Weinmark. Además es considerada la iglesia más hermosa del sur de Alemania.
Nördlingen, la encantadora ciudad amurallada, como trazado con el compás se presentan sus murallas fortificadas de la ciudad vieja de Nördlingen, consevadas hasta hoy.
El punto de partida del paseo de visita de la ciudad vieja es la Plaza del Mercado con la Tanzhaus y la Hohes Haus, una casa de almacen de 9 plantas.
Harburg
Harburg, una localidad pegada a una poderosa fortaleza: un castillo descomunal con puentes de arcos de piedra; donde se puede explorar a pie para deleitarse con sus bonitas casas entramadas.
Augsburgo, es la ciudad de la arquitectura, la música y la pintura, además es una de las ciudades más antiguas de Alemania, donde se puede rastrear el legado que dejaron los Romanos.
Ya en Baviera, llegamos a Schongau, el pequello lugar de montañas rodeado por el río Lech. Famosa por sus paisajes vírgenes, sus bosques, lagos y detrás los majestuosos Alpes.
La iglesia de peregrinación Wieskirche “Iglesia en la Pradera”, que constituye una visita obligada. Se encuentra en Steingaden y es una obra maestra de estilo rococó, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Füssen
Schwangau y Füssenun pueblo entre montañas y castillos reales, es la parada obligada, donde nos deleitamos con la belleza del Neuschwanstein, el castillo más famoso de Baviera, que nació en la imaginación de Luis II de Baviera, el ‘Rey Loco’, como un propósito atípico: la idealización de un castillo medieval en el que las torres y los muros armonizaran con las montañas y los lagos.
Nuestra aventura romántica terminó en Füssen, a los pies de los Alpes con un paisaje encantador, de montañas y numerosos lagos. Un broche de oro para una perfecta estancia, donde percibimos el romanticismo en su más bella forma. Ha sido su belleza natural la que ha hecho de la Alta Baviera el territorio más visitado de Alemania para pasar las vacaciones. LAS MEJORES IMÁGENES EN VIDEO DE LA RUTA ROMÁNTICA